Trucos para alimentar a un bebé que no quiere comer

¿Cómo deben de comer los bebés? ¿Cuáles pueden ser las causas de
inapetencia? Algunos consejos importantes para que coma tu bebé

¿Cómo deben de comer los
bebés?
Los
bebés deben adquirir unos hábitos de alimentación adecuados, en los que se
respeten los horarios, se consuman alimentos variados y se acompañen de una
correcta higiene. Estos hábitos deben irse enseñando poco a poco, de manera
acorde con la edad del niño.

¿Cuáles pueden ser las
causas de inapetencia?

  • Hay
    padres que se equivocan en el tamaño de las raciones y quieren que su hijo coma
    más de lo que necesita. Si está fuerte y sano no debemos preocuparnos de que
    coma poco, siempre que lo que coma sea complementario y equilibrado.
  • Otra
    de las causas de inapetencia puede ser debida a que el niño esté atravesando un
    mal momento familiar: el nacimiento de un hermano, falta de dedicación por
    parte de sus padres, un deseo de llamar la atención o cualquier cambio en su
    vida…
  • Por
    el contrario hay niños que toman la postura contraria y devoran sin degustar la
    comida. Esta voracidad ante el alimento nos está hablando de un problema sin
    resolver. Debemos reflexionar y atender a las causas de esta ansiedad, además
    de procurar motivarle para que coma más despacio, saboreando los alimentos y
    tomando una postura reposada en la comida.
  • Puede
    convertirse también en inapetente el niño manejado por una madre autoritaria y
    nerviosa que crea un ambiente tenso de disgusto, con prisas y amenazas en vez
    de hacer de la hora de la comida un momento de encuentro y diálogo, de
    tranquilidad y afectividad.
  • Otro
    tipo de niño es el que come a cualquier hora menos a las horas de las comidas.
    Ante este caso, nuestra postura debe ser firme y debemos mantener la disciplina
    de comer a sus horas, si queremos que su alimentación se normalice.
  • Es
    frecuente también que durante la enfermedad, el apetito descienda a un bajo
    nivel. Los niños comen mal por razones fisiológicas, por esa razón cuando están
    convalecientes y les forzamos a comer, podemos introducir factores emocionales
    y transformar el comer en un símbolo de lucha entre la madre y el hijo que
    puede alargarse posteriormente a la enfermedad. En cambio, cuando no se le
    obliga y se cura de la enfermedad, al volver al nivel normal, la necesidad de
    alimento regresará a sus normas anteriores.
Algunos consejos importantes
para que coma tu bebé
1-Hacer
de la hora de la comida un momento de diversión
Haz
que intervenga en el “ritual” de la comida. 
A cada edad puede realizar una labor: A partir de los 18 meses, puedes
comenzar a llevarle al mercado y enseñarle las verduras y frutas por colores y
por nombres. Una vez en casa, déjale ayudarte a ordenarlas, lavarlas y
colocarlas en el plato o la fuente una vez cortadas. A los 2 años pídeles que
ayuden a elegir el mantel, a poner las servilletas o coger flores para el
centro de la mesa. Desde los 3 años, si sus movimientos son ya suficientemente
coordinados pueden colaborar colocando los platos y cubiertos en la mesa. A
partir de los 4 años puede ayudarte o hacer él mismo una receta sencilla, bajo
tu supervisión y que sin duda, ¡le abrirá el apetito! Si después de esto
nuestro hijo sigue sin tener hambre, pídele que se siente en la mesa aunque no
coma. Lo importante es no hacer un drama de la alimentación. En lo que respecta
al menú, proponle que elija entre algunos platos, pero hazle comprender desde
el principio que no está en un restaurante a la carta.
2-No
le presiones
Hay
palabras que transforman en un drama la situación más banal. Debemos desterrar
de nuestro vocabulario expresiones como: “¡Termínate el plato!” o “Si no hay
judías verdes, no hay postre!”. Esta es la mejor manera de que el pequeño se
niegue a comer. Si el niño no se siente presionado, empezará a comer sin
ninguna preocupación. No te enfrentes a un niño que no quiere comer, él buscará
agotar tu paciencia. Trata de decirle pacientemente: “De acuerdo, no comes en
la mesa, pero si tienes hambre dos horas más tarde, tendrás q esperar a la
cena”. Eso sí, no le dejes picotear durante la tarde. Y deja de lado el tema de
la comida para hablar con él de otras cosas.
3-Haz
atractivos los platos

En
ocasiones que los más pequeños tomen algunos alimentos como la fruta o la
verdura puede resultar una pesadilla. Con algunos trucos podemos conseguir engatusar
los estómagos más caprichosos para que coman de todo: Sé creativo cuando
prepares los platos, varía las formas de las verduras, córtalas de diferentes
formas, en palitos por ejemplo, que podrán mojar en salsas (purés) de colores y
texturas diferentes. Corta la fruta en pequeños trozos y ensártala en un palito
a modo de brocheta. Utiliza tu imaginación para hacer agradable los platos que
menos le gustan. No hay duda que ese momento festivo le gustará y le hará
olvidar que bajo esos adornos de colores se encuentra el puré de zanahoria que
tanto le desanima.
4-Aprendiendo
a comer solo

A
lo largo del segundo año (12 a 24 meses) comienza el aprendizaje del uso del
vaso. Al principio se llena muy poco para que no lo vuelque y muy pronto
adquirirán la habilidad óculo-manual de no derramar el agua. A  los 3 años debe manejar con soltura la cuchara
y el tenedor, sin ensuciarse demasiado. Entre los 4 y los 5 años ya debe tener
destreza con el cuchillo cortando 
alimentos blandos.
*Si
tu hijo come poco, pero realiza una dieta variada (es decir, come de todos los
grupos alimenticios), y su peso y su talla están dentro de los valores
normales, no te preocupes. No todos los niños comen igual, lo importante es que
crezca dentro de los parámetros normales, y esto es su pediatra el que debe
valorarlo.
*En
cualquier caso, si ves a tu hijo con energía y feliz, y el pediatra dice que su
desarrollo es normal, probablemente tu hijo no necesite comer más. No obstante
ofrécele probar nuevos alimentos, para que paulatinamente se vaya acostumbrando
a nuevos sabores y que su dieta sea lo más variada posible, pero no le obligues
a comer más, porque lo único que conseguirás es que la hora de comer se
convierta en una pesadilla para ambos.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.
 Autora:

 Mujeractual  

La salud femenina