Un nuevo probiótico para ayudar a los celíacos

Cada día se está más concienciado sobre la importancia que tienen los alimentos en la  prevención o el riesgo de las enfermedades. Esto lo saben bien los celíacos, personas intolerantes al gluten proteína presente en el trigo y algún otro cereal, como la cebada y el centeno, que deben retirarlo de su dieta para no dañar su intestino.

La enfermedad celíaca es la forma más dañina de intolerancia al gluten y las personas que lo sufren suelen tener dolor de estómago, estreñimiento, gases y diarrea.

La alimentación es un factor clave de salud y en Central Lechera Asturiana, apuestan por ayudar a este colectivo con un nuevo producto lácteo diseñado para los celíacos, Proceliac. 
Ayer acudí a la presentación de una nueva leche enriquecida con un probiótico descubierto por dos empresas españolas, el Bifidobacterium longum ES-1 que ha demostrado proteger a los celíacos (niños y adultos) reduciendo los marcadores de inflamación y ayudando a restablecer su microflora intestinal.
Esta cepa es una bacteria probiótica seleccionada para la enfermedad celíaca que no sustituiría la dieta de un celiaco, sino que la complementaría con el fin de recuperar la salud de su mucosa intestinal.
Soluciones como la que ha puesto hoy en el mercado La Asturiana, podrían mejorar la calidad de vida de los celíacos, ya que además añade a su formulación minerales esenciales para mejorar la absorción de  nutrientes.
Por otro lado y en relación al gluten, estamos presenciando un movimiento progresivo que señala al trigo genéticamente modificado, como causante de muchos de los trastornos de salud de nuestra sociedad moderna. Así uno de los libros más vendidos por el diario New York Times ha sido el publicado por el cardiólogo Dr. William Davis que ha realizado estudios sobre los efectos negativos del trigo transgénico en la salud de los humanos. Davis comenzó a recomendar a sus pacientes con problemas cardíacos (y con valores alterados de colesterol, triglicéridos, glucemia, etc.) que no respondían a la medicación, que suprimiesen el trigo de sus dietas. Según su observación el 70% de los pacientes experimentaron unos grandes beneficios más allá de una considerable pérdida de peso. También observó mejoras en sus niveles de azúcar y se aliviaron otras dolencias, como la artritis, la psoriasis, la sinusitis crónica o la irritación intestinal.

En mi opinión el trigo es una fuente de fibra, vitaminas y minerales pero más del 1% de la población ya no lo tolera y por ello, es importante que las soluciones e  investigaciones avancen en este terreno.

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