
No existe ninguna duda que el recibir un diagnóstico de cáncer constituye un hecho de gran impacto negativo, catastrófico para cualquier persona, por que se asocia directamente con el sufrimiento y la muerte.
Para cada paciente, para cada familia, la enfermedad va a tener un significado íntimo y diferente.
Este significado depende de las características de la personalidad, del nivel de madurez psicológica, del momento vital y de una serie de factores socio culturales, tales como experiencias de familiares o amigos y los mitos atribuidos al cáncer en cada comunidad.
La forma de reaccionar posterior al diagnostico del cáncer es individual, tal como lo es la personalidad y la historia de cada uno.
Hay una forma de reaccionar diferente por cada tipo de persona y no hay una forma de reacción inicial que se pueda enseñar, porque esta es espontánea y nadie la puede preparar.
Un elemento clave a tener en cuenta y es que en cada momento de esta crisis la persona está haciendo su mayor esfuerzo por estar lo más equilibrado posible.
Tomado de libro: Vencer el cáncer