Liberar las ventas

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Desde hace algunos años se está reclamando que se puedan vender algunos productos en los supermercados que hoy solo se pueden obtener en farmacias. En otros países las leyes sobre fármacos permiten hacerlo y es posible adquirir algunos medicamentos de uso general y relativamente poco peligrosos en los comercios de alimentación o en los mercados, como pueden ser las aspirinas o algunos otros medicamentos relacionados con las dolencias más comunes como pueden ser resfriados.

 Es cierto que productos como los complejos vitamínicos o los relacionados con la salud sexual ya se pueden encontrar en los lineales de los supermercados, pero los usuarios demandan que se puedan adquirir otro tipo de medicamentos como antihistamínicos o esos fármacos que solemos tener todos en el cajón de casa y que casi siempre se nos vende sin receta. Después de todo estos se pagan íntegramente y se pueden adquirir sin problemas solo con pedirlos, de modo que no tendría porqué suponer un problema cambiar la normativa sobre fármacos de estos tipos para hacerlos accesibles sobre todo en zonas en las que no hay farmacias cerca, como pueden ser pueblos pequeños o barrios grandes en los que las distancias para muchos resultan imposibles de recorrer, como personas con algún impedimento o muy mayores, los cuales suelen utilizar estos medicamentos de manera habitual.