Pagar por la salud

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Si no tienes buena salud lo llevas claro, porque no solo estás malo tú sino también lo estará tu bolsillo. Los impuestos sobre fármacos cada vez son más y encima cada vez sacan más de la lista de la seguridad social, por lo que medicamentos que antes costaban poco ahora cuestan más.

 Ya no te puedes poner ni enfermo, y no es que alguien quiera ponerse malo, pero si caes, porque todos en algún momento lo hemos estado, necesitamos y queremos poder comprarnos el tratamiento necesario para curarnos. La gente ya teme ir al médico por si el tratamiento que le ponen es muy caro.

 Y no es normal que un jubilado tenga que pagar un impuesto por los medicamentos cuando se han pasado toda la vida pagando a la seguridad social.

 La pregunta es: ¿En qué se gasta el dinero para que luego siempre se esté hablando de déficit? No importa qué sea lo que se trate, farmacias, seguridad social, hospitales, todos tienen grandes agujeros económicos y se quejan de que no tienen subvenciones ni les pagan ni nada que les ayude. Lo que está claro es que el que finalmente paga los platos rotos es el pobre obrero o jubilado o parado que se pone enfermo y llega a la farmacia y le han subido las pastillas que debe comprar.